16 de agosto de 2010 a las 10:58

Ordenando archivos me topé con este artículo que escribí en 2004 (sorry había puesto 2005), el cual tuve el gusto de ver publicado en la Revista D de Prensa Libre como columna invitada, gracias a que Gustavo Montengro siempre estaba motivándome para escribir, muchas gracias quizá deba retomarlo.

 

Quiero compartírselos porque hace 5 años esto era lo que pensaba, cuando tenía muy poco conocimiento de leyes y de cómo funciona el sistema, continúo sin conocer a profundidad nada, pero puede que mi punto de vista haya cambiado??? Lo cierto es que se los dejo por acá para conocer sus opiniones y comentarios y, cuando ya no haya más comentarios les compartiré si he cambiado de forma de pensar o cómo ha evolucionado mi pensamiento, no lo hago de entrada, porque no quiero influir en sus comentarios.

 

Acá el texto íntegro.

 

Columna invitada

——————————————————————————–

Voces

Humanos derechos

Por Olinda Salguero

 

Todo transcurría normal en la familia de Helen, hasta que un día todo cambió. Una camioneta frente a ella y varios tipos encapuchados la obligaron a subir al vehículo, llevándola a un cuarto oscuro y pequeño alejada de su familia.

 

Sumergidos en unmar de desesperación sus familiares recibieron la llamada «Queremos tantodinero» exigió el captor. Mientras en la entrada de la casa recibían un paquetecon uno de los dedos de Helen.

 

No lejos de allí Ricardo, el hermano de ella, se conducía en su carro cuando dos tipos a puntade pistola lo despojaron del vehículo, dejándolo mortalmente herido.

 

En la calle siguiente los primos de Ricardo jugaban a la pelota frente a sus casas cuando varios psicópatas les dispararon a quemarropa matándolos en el lugar.

 

Frente a la escena del crimen pasaba un espectador en un bus que estaba siendo asaltado por varios antisociales que dispararon hacia los pasajeros, dos personas murieron y otras dos están a punto de decir adiós a este mundo en un intento fallido dedefender «sus cosas»…

 

En realidad, la familia de Helen es una metáfora que inventé para describir a la familia guatemalteca que constantemente está siendo golpeada por la ola de violenciaque está imparable.

 

Pero lo irónico de todo esto lo vemos cuando estos criminales, en el mejor de los casos, son atrapados, para enfrentar un juicio. En el proceso resulta que apelan a sus derechos humanos.

 

Muchos son puestos en libertad y los vemos desfilar por las calles de la zozobra. ¿Y qué hay de los derechos de las víctimas? Esos quedan anulados y los delincuentes que los reclaman al estar encerrados, ni piensan en eso cuando cometen sus infamias.

 

Cuando unapersona viola los derechos humanos de otras y más aún cuando no es la primera vez, se debería pensar que los derechos humanos de tal individuo están en suspenso, porque no se trata de humanos derechos, sino de seres con las conciencias retorcidas.

——————————————————————————–

© Copyright 2004Prensa Libre. Derechos Reservados.

Se prohibe lareproducción total o parcial de este sitio web sin autorización de PrensaLibre.

revistad@prensalibre.com.gt

www.prensalibre.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *