De Las Muñecas de la Mafia  a Tikal Futura

La Era de las Narco Novelas

Por Olinda Salguero

17 de septiembre de 2010 a las 11:49

El reciente operativo policiaco llevado a cabo en Guatemala para capturar a un capo de la droga en el centro comercial Tikal Futura terminó de inspirarme para compartir estas líneas con ustedes, las cuales quizá despierten el interés de algunos, el descontento de otros y talvez el acuerdo de varios, juzguen ustedes.

 

Desde hace algún tiempo he estado preguntándome hasta qué punto los medios de comunicación y las compañías productoras, como formadores de opinión y transmisores de valores tienen responsabilidad en los nuevos paradigmas de vida que se vuelven tan comunes para las personas.

 

Para quienes gustan de ver novelas o al menos tienen una noción al respecto podrán darse cuenta que atrás ha quedado el dominio mexicano y venezolano en la producción de novelas en las que la trama es recurrente, la muchacha pobre que se enamora de un guapo millonario, al parecer la audiencia se cansó de esas historias repetitivas y hasta cursis. La pantalla chica ahora comparte a través de las narconovelas colombianas el gusto por las drogas, sicariato, prostitución, tráfico de influencias, corrupción, dominio del narco, entre otros aspectos, convirtiéndose en una exaltación de la deformación de los valores en la sociedad moderna.

 

Las diversas interpretaciones

Para muchos las narconovelas promueven un estilo de vida basado en el crimen a través del cual se puede obtener dinero fácil, lo cual sumado al espacio que el narcotráfico y el crimen organizado ha ganado en nuestros países pudiera apreciarse como más terrible, porque pareciera que los medios reproducen estos males del mundo moderno a través de tramas que capturan el interés del televidente.

 

Colombia ha saltado al lente internacional en la producción televisiva por series como “Sin tetas no hay paraíso”, “El Cartel de los Sapos”, “El Capo”, “Rosario Tijeras”  y ahora, la más reciente “Las muñecas de la Mafia” que en Guatemala está siendo transmitida en televisión nacional. Sin duda fue la primera la que abrió las puertas a todas las siguientes y a las muchas que vendrán.

 

Para Colombia resulta, quizá,  un viaje en el tiempo, principalmente a los 80´s cuando los carteles de la droga causaron tanto revuelo y dolor, teniendo como principal exponente a Pablo Escobar, para el resto de países a lo mejor signifiquen una serie de sentimiento encontrados, entre lo correcto o incorrecto.

Las narconovelas han dejado de estar relacionadas únicamente al factor económico, porque hay que reconocer que los ratings son altísimos,  se han convertido también en un fenómeno social muy relacionadas con el contexto donde se originan. Por ejemplo, en los Estados Unidos por mucho tiempo fueron muy famosas las series del Lejano Oeste, y ustedes recordarán que no eran precisamente muestras de legalidad, ¿cuál sería la diferencia ahora con Colombia? Cada país estaría en la libertad de producir de acuerdo a sus temas más afines, de lo contrario quizá deberían de estar prohibiéndole a México producir de acuerdo a sus raíces revolucionarias, a los Argentinos su historia relacionada a los Tangos e incluso a Guatemala todo lo que tenga que ver con temas indígenas, es el contexto de cada país el que inspira los temas que posteriormente son trasladados a la pantalla chica, al cine, la literatura y hasta a la cultura popular.

 

También es cierto que las producciones televisivas condicionan la imagen que se tiene de los países, quizá muchos colombianos están molestos con las productores porque la única realidad que evidencian es la relacionada con el crimen o que las chicas lindas están condenadas a ser prostitutas, por ejemplo. En el caso de Guatemala, por mencionar un ejemplo, no sé a cuántas personas les ha pasado que en el exterior no son reconocidos como guatemaltecos, porque nos hemos esforzado tanto en proyectar una sola imagen que las personas piensan que todas las personas en el país son indígenas y usan traje típico, nótese que mi comentario no es despectivo, pero esto es una realidad.

 

Ahora bien las narconovelas tienen una trama que va poniendo de manifiesto los matices de las historias, porque si bien en estas producciones se evidencia la vida de los narcos, es necesario darse cuenta que no todo siempre les va a su favor.  Luego de un tiempo de “buena vida” empiezan a sufrir desastres y problemas tan graves que evidencian una conclusión negativa. Por sentido común, el menos común de los sentidos, podríamos esperar que los espectadores se den cuenta que el final del camino es fatídico y opten por no seguirlo.

 

En datos

Según una  reciente encuesta publicada por el diario El Colombiano realizada a 417 personas mayores de 18 años en Medellín y otros municipios del área metropolitana pareciera que el descontento por el mensaje que transmiten estas producciones es muy alto.

 

Para el 77.9% las narco novelas son escuelas delictivas juveniles, y el 77.7% opina que evidencian que se puede optar por el dinero fácil, rápido y de manera ilícita.  En la misma encuesta se cita al sociólogo Alberto Villegas, quien afirma que aunque la idea de la vida en función de la consecución del dinero no nace con las telenovelas es la televisión la que institucionaliza el patrón.

 

Para terminar

La responsabilidad es de todos, porque no solo en Colombia sino en toda Latinoamérica, se vive tal escenario con las patologías del mundo moderno, como son el narcotráfico y el crimen organizado que principalmente las personas que nacen y crecen en contextos de extrema pobreza sin oportunidades es muy probable que vean en el narco una respuesta rápida para suplir sus necesidades básicas, pero deja de ser únicamente por necesidades, puesto que al otorgarles tal poder se ciegan y se producen los grandes y poderosos grupos que ahora tienen que enfrentar los Estados.

 

Me parece importante retomar que siendo el Estado el responsable de brindar seguridad a los ciudadanos, estas producciones lo debilitan aún más en la percepción de la gente, porque aunque sea cierto o no, se establecen líneas de corrupción tan fuertes que el Estado siempre termina mal parado y los narcos son los héroes y se convierten en los verdaderos protagonistas.

 

¿Cómo es posible que mientras organizamos campañas de valores a través de medios de comunicación tradicionales y alternativos por otro lado estemos exaltando la vida de los delincuentes en horario en el que los niños pueden tener fácil acceso a la televisión? Con problemas tan serios como la prostitución y la corrupción de menores permitimos que estas series de televisión sigan enfermando la mente de las sociedades.

 

Incluso visto desde las Teorías de la Comunicación, muchos podrán pensar que el que tiene la última palabra es el televidente, porque haciendo uso de su sentido crítico puede utilizar el control remoto para cambiar de canal y no ver la narconovela, pero lo cierto es que resultan tan atractivas que seguro muchos de los que ahora leen estas líneas estarán pensando que todos hemos sido enredados en más de una oportunidad por estas producciones. En Venezuela cuando “Las Muñecas de la Mafia” fue estrenada contó con 17 millones de televidentes en una sola noche.

 

Entonces, les dejo la inquietud para que tratemos de ir un poco más allá de los hechos y vislumbrar mecanismos de construcción para las sociedades, porque no se trata de censurar a nadie, pero hasta dónde llega la responsabilidad de cada quien, no puede culparse únicamente al Estado de todos los males del mundo moderno.

 

Juzguen ustedes… ¿Cuál es su opinión al respecto?

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