7 de febrero de 2011 a las 18:27

 

Personalidad Automotriz

 

Creía que ya les había compartido este artículo acerca de «mi teoría de personalidad automotriz», veo que no lo he hecho, pero hoy (07 de Febrero de 2011), aunque parezca ridículo, tengo un elemento más para creer firmemente que los carros, aunque sin vida, resulta que en un sentido figurado pueden tenerla. Hoy estaba hablando enfrente de mi carro de cómo lo quería cambiar por otro y me subí a él como de costumbre y  después de algunas cuadras se empezó a acelerar sólo. Ya sé que si es una falla mecánica es factible, pero luego lo revisaron y resulta que se había safado «inexplicablemente» una manguera en un lugar poco probable… Puede ser coincidencia, pero yo si creo que en la medida en que podemos asignar rasgos de vida a un objeto que pudiera no tenerla, somos más conscientes del valor de la misma y estamos más dispuestos a valorar a otros seres humanos.

 

Acá les dejo algunas ideas…

 

Por: Olinda Salguero

 

¿Se han preguntado alguna vez si los autos tienen personalidad? Yo lo he hecho en repetidas ocasiones y me he respondido “Sí”. En 2007, The Associated Press y AOL realizaron una encuesta en la que cuatro de cada 10 estadounidenses dijeron creer que su automóvil tiene personalidad propia.

 

El auto que conducimos se convierte en un miembro más de nuestras vidas, al punto que, muchas veces, está más tiempo a nuestro lado, más que cualquier ser querido. Las múltiples horas en el tráfico, las largas distancias que recorremos, el tiempo que invertimos en mantenerlos, en fin, diversos factores que nos hacen, no a todos, ver de forma más sentimental y hasta con atributos físicos a nuestro vehículo.

 

Haciendo referencia al mismo estudio, tres de cada 10 entrevistados consideraron que su automóvil tiene género, y el 23% de los encuestados dijo que el sexo de sus automóviles es femenino, lejos del 7% que cree que es hombre, en lo personal me ubico en este último.

 

¿Recuerdan a Eleanor?, bueno si no, les cuento. Eleanor es el Mustang Shelby GT 500 del 67 que “Memphis” (Nicolas Cage), en la película 60 segundos, no ha podido robar. A pesar de ser un Mustang su nombre es de mujer, porque además de ser el único auto de la única marca que no ha sido robado por el actor, despierta en él una especial locura.

 

Desde muy chica he tenido “la manía” de bautizar a los autos de mi familia. Ahora poseo a Miracle y Vovo, cada uno significa algo diferente. Para mí es imposible no crear un vínculo con quien me acompaña a todos lados y a toda hora. Piénsenlo. Si somos buenos administradores, cuidamos de nuestros autos, les “alimentamos”, vemos que tengan agua, les limpiamos y nos gusta que todo esté bien, algunos podrían decir “Sí, pero eso es porque queremos que funcionen bien y no nos causen un problema” o como decimos en Guatemala “Que nos dejen botados” será eso o en realidad disfrutamos cuidando de ellos. Además, su funcionamiento también responde a un sistema, como el de nosotros, diferente, pero al fin y al cabo un sistema que tiene procesos que se interrelacionan para brindar un óptimo rendimiento.

 

Lo cierto es que a pesar de que son los hombres quienes dedican más tiempo al cuidado de los vehículos, la investigación también descubrió que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de atribuirles rasgos personales a sus automóviles, por lo que es más probable que las conductoras les bauticen, ¿será que las mujeres dejamos volar libremente nuestra creatividad?.

 

 

 

 

Personalidad Automotriz en el Cine

 

La personalidad de los autos ha sido llevada a la pantalla chica y grande. Uno de los ejemplos más recientes es la película Transformers. Quienes me conocen dirán “ya va a empezar a hablar acerca de la personalidad de los carros”, pero tengo que decirles que empecé unos párrafos atrás.

 

La película se inspira en la serie que hizo su debut en 1984, quizá de allí mi pasión por los autos, nací en el mismo año. La serie gozó de producción estadounidense-japonesa-canadiense, quienes por cierto enfatizaron la habilidad de transformarse, pensar y sentir de los autobots y los decepticons. Incluso utilizaron el concepto del bien y el mal, ¿acaso no somos así los humanos?

 

En este mundo existen personas buenas y malas, en el de los Transformers también. Los autobots eran los buenos, dedicados a hacer el bien y mantener la paz, pero por supuesto que tenían una contraparte, allí es donde entran a escena los decepticons, los malos de la historia.

 

La dirección de la película estuvo a cargo de Michael Bay, además contó con la producción ejecutiva de Steven Spielberg y, para no perder fuerza en animación, efectos especiales y comercializaciónde  DreamWorks, Paramount Pictures y Hasbro, Inc. fueron parte del film.

 

Pero lo importante acá es destacar los rasgos físicos que estos personajes de caricatura-película poseen. Tienen facetas vivas, no son simples vehículos. Sus rostros expresan sentimientos. ¿Se han dado cuenta que cada vehículo tiene un rostro?. Sí. Puede ser amigable, enojado, fanfarrón, alegre, tímido, poderoso, en fin, cuantos adjetivos se les ocurran. Si no lo creen, un día tómense algunos minutos para apreciar la “cara”, la parte de adelante de su auto, verán que tiene características, ojos, nariz, boca…

 

Hablando de la serie y película Transformers mi favorito es Optimus Prime, es el líder de los autobots. Cuando no se transforma es un tierno tráiler azul con llamas, un Peterbilt sin carga trasera, pero una vez decide ser un robot, es un imponente robot de más de 10 metros de altura.

 

Hasbro logró diseñar una obra maestra de la ingeniería, que probablemente cuando inició la serie hubiese sido imposible de realizar, además de haber sido  extremadamente costoso para ser adquirido por el público en general. Es un juguete, un tráiler que se transforma en Optimus, cada pieza encaja a la perfección, no se quiebra y hasta las armas funcionan, es una maravilla, todo en un diminuto, pero interesante artefacto, además motiva la creatividad y la inteligencia espacial.

 

Les comparto también la foto de un leal amigo, Bumblebee, el Chevrolet Camaro. Aunque su expresión es dura, es precisamente para eso, para ocultar su identidad, es un espía. Pero al final este amiguito es el que más relación tiene con los humanos y decide quedarse con quien le comprara, cuando estaba en busca de su primer auto, Spike.

 

Si aún están un poco escépticos en cuanto a la personalidad automotriz, esto va más para los que han podido elegir qué carro quieren… ¿Por qué lo han elegido? Será que porque en parte refleja su personalidad…

 

 

 

Mientras ellos ganan, los humanos perdemos personalidad

 

Otra forma en que los autos adquieren personalidad es, precisamente, cuando los humanos la perdemos, la despersonalización. Creo que lo que voy a mencionar puede cambiar según las condiciones de cada país. Sin embargo, en Guatemala, cada vez son más los vehículos que tienen los vidrios polarizados u oscuros, como algunos les llaman. Los conductores queremos tener privacidad, además de pensar que es una forma de mantenernos seguros del exterior, en especial de los ladrones.

 

Pero, al conducir por la calles otro conductor sólo ve un auto no a quien lo conduce. Estamos despersonalizándonos al ocultarnos del entorno. Sin embargo, los autos son los que toman relevancia. Pareciera que ellos, en lugar de los conductores, son los destinatarios de pensamientos e incluso de comentarios acerca del modelo, color, diseño, o, en el peor de los casos de la “mentada de madre” por algún movimiento inadecuado.

 

Así que la próxima vez que admiren un ejemplar de cualquier casa matriz o piensen comprar uno, deténganse a pensar en el tipo de personalidad que ese auto puede tener o lo que quieren reflejar con él.

 

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